La Ilusión del Dinero Fácil: Expansión del Crédito y sus Repercusiones

En el ámbito económico, la expansión del crédito y la inflación, conocidas popularmente como "políticas de dinero fácil", se presentan a menudo como soluciones mágicas para combatir el desempleo y estimular la economía. Sin embargo, estas medidas, defendidas fervientemente por líderes sindicales, políticos y ciertos intelectuales, esconden una trampa peligrosa: no aumentan la riqueza real ni la cantidad de bienes de capital de una nación. En lugar de ello, crean una ilusión de prosperidad que puede tener consecuencias desastrosas a largo plazo.

El verdadero crecimiento económico y la mejora en los niveles salariales provienen de la acumulación de capital y la inversión en tecnologías que aumenten la productividad. Cuando las industrias pueden mejorar su equipamiento tecnológico gracias a un mayor stock de capital, la productividad marginal del trabajo se incrementa, lo que a su vez eleva los salarios reales. Este proceso es fundamental para un desarrollo sostenible y un aumento genuino del bienestar económico.

La expansión del crédito, por otro lado, no añade nada a la riqueza real. Simplemente proporciona una falsa sensación de abundancia de fondos, lo que lleva a la inauguración de proyectos que, bajo condiciones normales, no serían viables. Esta situación crea un auge artificial, donde la demanda de mano de obra y materias primas aumenta, elevando temporalmente los salarios y precios de estos recursos. Sin embargo, este aumento es insostenible porque no está respaldado por un incremento real en la riqueza del país.

En estas condiciones de auge, los salarios nominales, que antes eran demasiado altos para el estado del mercado y causaban desempleo, parecen ahora ajustados. Esto se debe únicamente a que la expansión del crédito ha provocado una inflación, reduciendo el poder adquisitivo de la moneda. Así, los salarios nominales pueden ser los mismos, pero los salarios reales, en términos de bienes y servicios que pueden adquirirse, disminuyen. La inflación "cura" el desempleo solo al reducir los salarios reales, pero esta solución es temporal y superficial.

Los sindicatos, al ver el aumento del costo de vida debido a la inflación, demandan nuevos aumentos salariales. Este ciclo de inflación y demandas salariales crea una espiral que solo puede sostenerse mediante una continua expansión del crédito. Este patrón ha sido evidente en numerosos países, incluyendo los Estados Unidos y muchas otras naciones, donde las políticas gubernamentales de expansión del crédito han intentado, sin éxito, evitar el desempleo mediante la inflación.

Para mejorar verdaderamente la economía y evitar los efectos negativos de la inflación, es fundamental adoptar políticas que fomenten la acumulación de capital y la inversión en tecnología. Esto requiere un entorno económico estable y predecible, con incentivos para el ahorro y la inversión tanto interna como extranjera. Reducir las barreras regulatorias y ofrecer incentivos fiscales para la inversión en tecnología son pasos cruciales en esta dirección.

Además, es importante fomentar una cultura de ahorro entre la población, incentivando la inversión en proyectos productivos. La colaboración entre el sector público y privado puede promover la modernización de la infraestructura y la adopción de tecnologías avanzadas en sectores clave de la economía. La inversión en educación y capacitación técnica también es esencial para preparar a la fuerza laboral para manejar tecnologías avanzadas y aumentar su productividad.

En conclusión, la expansión del crédito no es una solución sostenible para el desempleo y puede tener efectos perjudiciales a largo plazo. En lugar de confiar en políticas de dinero fácil, es crucial adoptar medidas que promuevan la acumulación de capital y la inversión en tecnología. Estas políticas no solo mejorarán los niveles salariales reales sino que también asegurarán un desarrollo económico sostenible y un mayor bienestar para toda la población.